Esta obra, en su origen una tesis doctoral, aparece ahora como libro con entidad propia. Su autora, Pilar Ordóñez López, doctora por la Universidad de Granada y profesora de la Universitat Jaume I de Castellón, ha estudiado por vez primera y de forma sistemática la influencia de Miseria y esplendor de la traducción de Ortega y Gasset en la traductología contemporánea. Desde que el ensayo se publicó en forma de cinco artículos en La Nación de Buenos Aires (1937), se ha convertido en una referencia obligada para cuantos en España y en Hispanoamérica han escrito sobre este tema; de hecho, en el contexto europeo, es la única reflexión que podría salvarse de la legendaria ignorancia que han sufrido los autores españoles más allá de nuestras fronteras.
El objetivo general del libro es elaborar un estudio de base histórica que toma como referencia Miseria y esplendor de la traducción para mostrar la influencia de Ortega y Gasset en el ámbito de la Traductología valorando la proyección alcanzada por el ensayo entre los teóricos de la traducción contemporáneos. Y a ello dedica la autora siete capítulos en los que hace gala de una extraordinaria capacidad de síntesis, como se ve desde la Introducción, especialmente en el apartado Estructura del trabajo, donde el lector se hará una idea muy aproximada del contenido del libro.
Los objetivos particulares quedan perfectamente definidos desde el principio: encuadrar el estudio dentro de la Traductología y, en concreto, dentro de la rama de Historia de la Traducción (capítulo 1); proporcionar una visión global e integradora de la concepción de la traducción de Ortega desde la perspectiva de la totalidad de su reflexión sobre el lenguaje (capítulo 2); analizar el ensayo (capítulo 3); valorar su divulgación en las antologías sobre la traducción sin olvidar las distintas ediciones y traducciones (capítulo 4); estudiar la influencia de Ortega en la reflexión traductológica occidental: ámbito del español (capítulo 5) y ámbito occidental (capítulo 6). En estos dos capítulos, distingue entre los estudios que se centran exclusivamente en Miseria y esplendor de la traducción; aquellos que mencionan el ensayo («citas breves»); los trabajos que ofrecen una valoración o comentario («citas comentadas»); y, por último, aquellas reflexiones en las cuales los teóricos adoptan una perspectiva crítica respecto de las consideraciones vertidas por Ortega («citas críticas»). Al rastrear la influencia del ensayo en el ámbito occidental, no todas las lenguas han podido ser consultadas pues, aparte de la imposibilidad de conocer todas las lenguas, es cierto que la reflexión teórica sobre la traducción se ha hecho en unas más que en otras. Así, otro mérito del libro es el uso de un abanico de lenguas que va del alemán al portugués pasando por el francés, inglés, italiano y, por supuesto, castellano. El capítulo 7 está dedicado a las conclusiones. Completan el libro una bibliografía y un anexo con las ediciones y traducciones del ensayo.
Desde el punto de vista metodológico, es un trabajo ejemplar pues confirma hipótesis previas sobre el papel y la influencia de Ortega en la traductología, que antes eran apenas intuiciones. Junto al estilo sintético, destacaría la capacidad explicativa de la autora: todos los capítulos incluyen unas consideraciones preliminares a modo de introducción general y terminan con una recapitulación. Además, a lo largo del libro hay una constante preocupación por ir estableciendo relaciones entre las partes mediante un sistema interno de remisiones que orientan al lector.
Asimismo, profundiza en el estudio de las ideas del filósofo sobre la traducción y las contextualiza en el marco de la teoría del lenguaje formulada por el propio Ortega y lo hace a partir de un enfoque interdisciplinario que engloba aspectos traductológicos, de la filosofía del lenguaje y de la hermenéutica; aclara la fecha de publicación del ensayo gracias a la ayuda de la Fundación Ortega y Gasset: los cinco artículos fueron publicados del 13 de junio al 11 de julio de 1937 y no entre mayo y junio como se ha venido admitiendo hasta nuestros días; incluye a Ortega en la tradición alemana al lado de representantes tan ilustres como Goethe, Humboldt y Schleiermacher; pone de relieve la originalidad de Ortega al haber expresado y aclimatado en español el pensamiento traductor alemán, en especial las distinciones establecidas por Schleiermacher acerca de lo que constituye una auténtica traducción, sobre la mejor manera de traducir y, por encima de todo, en la identificación con la vertiente hermenéutica de la traducción como encuentro hacia el otro e instrumento de emancipación cultural; matiza la cuestión de que las ideas sobre la traducción de Ortega no tengan interés para la práctica señalando el hecho de que la reflexión sobre el fenómeno de la traducción dota a la disciplina de un metalenguaje, de un contenido y de unas propuestas que solamente se ven a largo plazo; y, finalmente, calibra la vigencia del ensayo en las teorías contemporáneas.
Estas son, a mi entender, algunas de las aportaciones más relevantes del libro de Pilar Ordóñez López. Un libro novedoso en el campo de los estudios históricos de la traducción, que rinde un merecido homenaje a la figura de Ortega y Gasset y lo hace en un castellano alejado de cualquier artificio, otra de las virtudes no menores de esta obra.
José Antonio Sabio Pinilla, Universidad de Granada